martes, 12 de febrero de 2008

clip|19 la música sinfónica del siglo XIX

información sobre clara schuman| wikipedia

Clara Schumann (1819-1896) fue, sin duda alguna, la pianista más importante del siglo XIX. El público europeo la consideraba tan buena como Franz Liszt (1811-1886) o Sigismund Thalberg (1812-1871), otros pianistas virtuosos famosos en aquella época. Fue la esposa de Robert Schumann (1810-1856), uno de los más importantes compositores del Romanticismo alemán. Con Johannes Brahms (1833-1897), otro gran compositor del siglo XIX, cultivó una amistad que duró hasta la muerte. Clara fue admirada por otras personalidades de la época, como Goethe, Mendelssohn, Chopin y Paganini. Además de ser pianista, escribió su propia música y editó muchas obras de su esposo.


escucha una de las obras para piano compuesta por Clara




Un amor imposible para Brahms (se escucha la tercera sinfonía de Brahms) pincha aquí para ver la partitura del 3 movimiento





Má vlast (generalmente traducido como Mi país o –más correctamente– Mi patria) es un conjunto de seis poemas sinfónicos compuestos por el compositor checo Bedřich Smetana entre 1874 y 1879. Aunque se suele presentar como una obra completa en seis movimientos, las partes que lo componen fueron concebidas como obras individuales.

El poema se inicia con la música del arpa de Lumír, cantante de la corte, moviéndose a continuación hacia los sonidos del arsenal del castillo. En la parte siguiente, Smetana describe su historia, acabando en una marcha. El arpa suena de nuevo para evocar la belleza del castillo. A continuación se puede oír el discurrir del Moldava, y el poema se cierra con el arpa de Lumír.

Smetana ya estaba completamente sordo cuando compuso esta pieza.

ver partitura del moldava (uno de los números de este poema)







video de la interpretación del moldava


Una sinfonía "fantástica" Un joven músico desesperado se ha envenenado a sí mismo con opio y en un largo sueño, tiene una serie de visiones y pesadillas, la idea de su amada viniendo una y otra vez a su cabeza. Recuerda las alegrías y depresiones del pasado, antes de que ella entrase en su vida, y luego el neurótico celoso en que se convirtió cuando ella entró en su vida, teniendo el único consuelo de la religión. El segundo movimiento evoca la música de un baile, en el que con los giros de la danza, vislumbra a su amada otra vez. El tercer movimiento fue muy difícil para Berlioz. En el campo, dos pastorcillos entonan una melodía con sus flautas para llamar a sus vacas. Todo es tranquilidad hasta que la amada aparece de nuevo, provocando inquietud en el héroe. El otro pastorcillo toca su flauta, pero esta vez no hay respuesta. En ese momento, el sol se pone acompañado de un trueno distante. Luego, predomina el silencio en la escena. La marcha del cadalso fue escrita en una sola noche. Nos trae el sueño del asesinato de la amada, por el que el héroe es condenado a muerte. La marcha, con su paso regular tiene sus momentos más salvajes, mientras la comitiva se abre paso entre a multitud que se agolpa para ver la muerte de héroe. la amada aparece en el momento en el que el hacha desciende hacia el cuello del héroe. El movimiento final es un aquelarre, una salvaje orgía de una celebración demoníaca. La imagen de la amada parece ahora una agudísima burla. Las campanas de la muerte se oyen por encima del himno Dies Irae del juicio final y se mezclan con la danza. La música de las campanas de la muerte en este movimiento ha sido utilizada por Wendy Carlos en las bandas sonoras de La Naranja Mecánica y El resplandor.



ver la partitura del 5º movimiento

escuchar la obra

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